La visita del alto representante diplomático japonés a una planta industrial modelo abre la posibilidad de reiniciar la exportación de carne premium argentina a Japón, un mercado altamente exigente.
El Gobierno Nacional acompañó a una delegación japonesa en una visita a la planta modelo del Frigorífico Gorina, ubicada en Joaquín Gorina, partido de La Plata. Esta iniciativa forma parte de las políticas de apertura comercial de Argentina al mundo y busca fortalecer la exportación de carne bovina premium a Japón, un mercado de gran importancia global que tradicionalmente ha comprado carne solo de países libres de aftosa sin vacunación.
Fortaleciendo vínculos comerciales con Japón
El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, y el embajador de Japón en Argentina, Yamauchi Hiroshi, encabezaron la visita, recorriendo las instalaciones de procesamiento del frigorífico, que incluyen áreas de troceado, envasado al vacío y empaquetado. También visitaron la planta Gorina Energía, donde un biodigestor genera 1,5 megavatios de electricidad para consumo industrial, mejorando significativamente el tratamiento de aguas y efluentes. Además, inspeccionaron la obra del centro logístico totalmente robotizado, que se espera finalizar en los próximos meses, proyectando aumentar la producción entre un 30% y 50% gracias a un mayor almacenamiento.
La jornada contó con la participación de destacados funcionarios y empresarios, incluyendo al vicepresidente del Senasa, Sergio Roberts; el subsecretario de Bioindustrias, Biotecnologías e Innovación, Pablo Nardone; el presidente del Consorcio de Exportadores ABC, Mario Ravettino; y el titular de la empresa, Claudio Rodríguez, entre otros. Por parte de la comitiva japonesa, estuvieron presentes el Jefe de la Sección Económica, Maeda Shinji; el Agregado Agrícola, Yamaji Takuya; la asesora Sujikawa Aki; y el secretario Hayashi Genta.
La visita se centró en afianzar el vínculo comercial y de amistad entre ambos países, destacando el potencial de los productos cárnicos argentinos para cumplir con los exigentes estándares del mercado japonés. Este acercamiento no solo busca retomar las exportaciones de carne bovina a Japón, sino también posicionar a Argentina como un proveedor confiable y de alta calidad en el ámbito internacional.